Hoy repasaremos una serie que sólo recordarán los
más viejos del lugar, de origen finlandés basado en los cuentos Tove y Lars Jansson.
Aunque hubo varias series sobre estos personajes veremos la que nos llegó, la
serie de 1990, gracias a Fuji TV. Esta serie es muy mítica porque generó un
boom en su época por la temática que ofrecía, que aun siendo infantil a primera
vista, poseía un trasfondo aplicable a los adultos; tal fue su éxito, que es
una serie de culto de la animación en Finlandia, llegando a hacerse sellos
postales conmemorativos sobre ellos.
Nuestros protagonistas son los moomin, unas criaturas
que parecen adorables hipopótamos de color blanco, muy sociables y pacíficos,
que viven en una casa circular en el valle de Moomin. Tenemos a Papá, Mamá y el
joven Moomin con sus amigos Esnorquita (otra Moomin que ofrece un poco de
romance con Moomin), Manrico (un viajero que viste de verde, algo solitario que
toca su armónica), la pequeña My (una niña pequeña y traviesa) y Sniff (un
canguro algo materialista), además aparecían otros personajes secundarios. Aunque
cabe mencionar que el personaje de la Buka era el que más nos llamó la atención
por su aspecto enorme e intimidante acompañado por su inexpresiva mirada y que
tenía la capacidad de congelar todo aquello que tocase, pero sin embargo era inofensivo
y que únicamente aparecía cada invierno, pero no por ello dejó de causar
impresión cuando éramos más pequeños.
La serie tenía diversos temas principales. Uno de
ellos era la amistad, siendo muy importantes los lazos que existían entre los
personajes mostrando la unidad que presentaban como grupo. El ser uno mismo,
ocupó un espacio muy importante, mostrando el valor que tiene la independencia
y la libertad personales para poder madurar. Aunque suene contradictorio,
también la convivencia y su día a día, tenían mucho peso en la serie junto con
el cuidado de la naturaleza, un tema muy utilizado en numerosas series, o la
solución de los problemas mediante el diálogo y la razón, estos valores son de
vital importancia en la correcta educación de un niño. Por supuesto al tratarse
de una serie de origen nórdico, el tema de la llegada del invierno está muy
presente, llegándose a crear el personaje de la Buka para representar esta
estación del año. La animación está llena de color y con personajes entrañables,
con un aspecto muy adorable y de movimientos pausados siendo agradable a la
vista.
Fue un
programa genial, lleno de valores que enriquecieron nuestra infancia, dándole a
los jóvenes espectadores un programa entrañable, imposible de olvidar.
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